Anencephaly

   

Nunca había tenido pesadillas como esta. Jamás he sido un fan del horror, no estoy deprimido y últimamente no he estado bajo estrés alguno. Simplemente soy una buena persona, y siempre he tenido sueños buenos y normales. Necesitas entender que lo que me paso no es algo natural.



Dios no puso esa cosa dentro de mi cabeza.

Era tan parecida a la realidad, pero estoy seguro que ya escucharon eso antes. Despierto en el sueño y soy perfectamente consiente de cada uno de mis sentidos.  Cuando me siento en la cama puedo sentir el suave aire deslizarse en mi rostro; podría haber contado las crestas en las sabanas mientras se acomodaban a mis movimientos.
Había algo molesto, una extraña sensación de temor que empuje hasta el fondo de mi mente; algo que estaba tratando de ignorar. Había algo más en la habitación. Sabia que estaba allí desde el comienzo, pero me tomo un momento aceptarlo; el reconocer el frenético y monótono golpeteo, golpes huecos que sonaban en la esquina mas alejada de la habitación, justo fuera de mi vista. Un momento después gire mi cabeza para ver.



Aun deseo el no haber hecho eso.

Puedo decirte que era algo parecido a una araña- pero estaría equivocado. Estructuralmente, quizás, era similar- pero en esencia, no podía ser más diferente.
Era un error; un glitch de la naturaleza. Consistía enteramente de piernas; una temblorosa y retorcida masa, todas estaban unidas por donde debería de estar la pelvis. Eran delgadas, carnosas y blanquecinas  y por más que trataba de ignorarlo, había algo terriblemente humanoide en ellas. Sus movimientos no se parecían en nada a los de una araña; se movía como si estuviera en agonía. Como algo moribundo y sin esperanza, incapaz de controlar las contracciones y espasmos que recorrían sus músculos. Aparte de su apariencia, había algo profundamente perturbador acerca de ella- por que no solo parecía estar muriendo. Pareciera como si no hubiera nacido. Me recordó, esos raros casos de gemelos unidos, en donde los niños están fusionados en el cráneo y comparten un solo cerebro- con la excepción de que uno de los bebes ya esta muerto o esta muriendo para cuando salen del útero o a los niños que nacen con el corazón fuera de su tórax, o con la mitad de su cuerpo sin formarse, como si ni siquiera deberían de haber nacido. Era como eso; como si esa cosa hubiera nacido muriendo, y a sabiendas, intentara escapar de si misma, de la muerte que le tocaba a causa de su maltrecho cuerpo.




Era solo un reflejo. A decir verdad, me encontraba solo en la habitación y la criatura no era más que una imagen en el espejo que reposaba en la esquina- pero esto no sirvió para calmar mi miedo en lo más mínimo, por que en menos de un parpadeo me di cuenta de lo que estaba haciendo; hacia donde intentaba escapar exactamente. Se lanzaba contra el espejo, esta cosa que no debería de moverse y que ni siquiera debería de estar viviendo. Se golpeaba contra el espejo, luchando contra sus convulsiones, contra su pesadez, se lanzaba atreves del aire hasta que colisionaba estrepitosamente contra el espejo antes de que cayera al suelo nuevamente, una masa temblorosa.
Me quede allí, inmóvil; paralizado por esos horribles y erráticos movimientos, mientras se levantaba,  se lanzaba contra el espejo y colapsaba en el suelo, una y otra vez. Podía escucharla respirar; esta cosa que no tenía boca ni pulmones jadeaba por el esfuerzo. Cada vez que entraba en contacto con el espejo hacia que este se estremeciera violentamente después la criatura soltaba un silbido espantoso, podía escuchar como crujían sus huesos con cada embestida.



Estaba a punto de abrirse paso.

No hay palabras para describirles que tan asustado estaba; solo puedo decirles que en ese momento, no había nada, y lo digo enserio, nada  en el mundo que quisiera mas que ese espejo no se quebrara. Me hubiera matado -carajo- Probablemente  hubiera matado a todos los que amo, si con eso hubiera mantenido a la criatura alejada de mi. Su respiración se había incrementado, el silbido que producía se había agudizado y deformado en un gemido penetrante, como el de un cerdo chirriando.


No; era más bien como el de cien cerdos, gritando, llorando en las ardientes llamas del infierno. Todas sus piernas giraban grotescamente y sin sentido. Mire como se alzaba una vez mas, mientras balanceaba su cuerpo hacia el frente y se lanzaba contra el espejo con todas sus fuerzas, sabia que esta era la definitiva; ese seria el momento en que llegaría a mi lado, a nuestro lado del espejo.


El éxtasis de felicidad que inundo mi cuerpo cuando desperté, recostado en silencio y en pacifica oscuridad, esta mas allá de las palabras. Los gritos se habían ido, el ajetreo incesante había cesado.
El saber que estaba a salvo, que jamás vería a esa cosa encontrar su camino hasta nuestro lado del espejo, es algo que seguramente solo puede ser apreciado por aquellos que han sufrido pesadillas como la mía.

Espere por un momento en silencio, inmóvil, disfrutando el saber que estaba a salvo. Había una parte de mí que vagamente sentía que yo había destruido a la criatura; como si algún poder trascendental de voluntad me hubiera despertado en cuanto la criatura quebró el espejo, destruyéndola para siempre. Cuando finalmente me puse de pie, me encontraba sonriendo, justo hasta que mis ojos observaron el espejo. Se encontraba allí donde había estado la noche anterior, en la esquina mas alejada de la habitación- pero el tan solo verlo heló mi sangre.



El marco se encontraba vació y el espejo yacía roto en el suelo.




Un poco de horror, en español e inglés. 

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